domingo, 10 de mayo de 2020

METACOGNICIÓN y MINDFULNESS: mis dos estrategias como cuidadora de una mamá con condición de EA (Enfermedad de Alzheimer).





Como docente universitaria de pregrado, grado, y posgrado, por casi 33 años ya, siempre me ha fascinado (literalmente)
observar a lxs estudiantes quienes, sabiéndolo o no, se involucran en procesos de metacognición. Son estudiantes que deciden por sí mismxs. ¿Qué deciden?.
•Lo que les resulta significativo.
•Ir más allá del programa del curso.
•Cuestionar con argumentos válidos sus desacuerdos (tanto en público como en privado).
•Producir su propia información, basada en argumentos responsables y serios.
•Despreocuparse de las evaluaciones, a las cuales consideran “un mal necesario”, porque su objetivo no es demostrar al/la docente que saben (y tampoco tienen nada que demostrarse a sí mismxs). El objetivo de estxs estudiantes es adquirir conocimiento válido y provechoso. Y qué es “válido”, y qué es “provechoso”, lo definen ellxs mismxs. 
•Arriesgarse a poner en práctica las propuestas teóricas del curso, con el objetivo de probar su eficacia y eficiencia.
•Arriesgarse a poner en práctica -cuando la ocasión lo permite, sus propias iniciativas, producto de procesos de pensamiento, de exploración, de investigación (siempre dentro de un marco de seriedad y responsabilidad).

Respecto al mindfulness, me he introducido lentamente en su definición. Es una introducción reciente, así que todavía estoy en proceso de conocer y reconocer su esencia y sus fundamentos. He venido trabajando el concepto de “la atención plena”, sin saberlo, a lo largo de estos últimos 3 1/2 años, que es el tiempo que tengo de estar desempeñando un rol nuevo para mí: cuidadora de mi mamá.

El diagnóstico de EA, asignado a mami (psicóloga y profesora pensionada de la Universidad de Costa Rica) llegó a la vida de nuestra familia, muy poco tiempo después del fallecimiento de papi a mediados del 2012. Después de un sinnúmero de evaluaciones geriátricas, neurológicas, psiquiátricas y psicológicas, finalmente se llegó a la conclusión (en el 2014) de que mami tiene esta condición. Interesantemente, su proceso de deterioro ha sido lento, en comparación con el de otras personas.

¿Por qué afirmo que la metacognición y el mindfulness son mis dos herramientas o estrategias en el cuido de mami?.

Lo resumo, así:

~En cuanto a metacognición:

•De la literatura formal sobre demencias propias de la adultez mayor, y específicamente sobre EA, he tomado lo que me resulta significativo.
•Voy más allá de lo que la literatura formal sugiere. Esto significa que en base a mi apreciación objetiva de las conductas de mami, pongo en práctica estrategias nuevas de forma responsable. En una mayoría de momentos, esas nuevas estrategias han sido exitosas, por lo cual continúo utilizándolas. Las que no lo son, las deshecho de inmediato.
•Cuando alguna propuesta formal de expertxs en demencias de la adultez mayor, no parece apropiada para mami, la cuestiono internamente, en base al nivel de conocimiento sobre mami que voy desarrollando paulatinamente.
•Produzco mis propias estrategias para implementar con mami, basadas en mi experiencia diaria con ella.
•Las “evaluaciones” respecto a la eficacia y eficiencia de las estrategias que implemento con mami, se fundamentan en los niveles de tranquilidad y paz que ella evidencie. 
•Permanentemente pongo en práctica ideas que descubro en la literatura científica sobre la EA. 
•Igualmente, pongo en práctica mis propias iniciativas, de manera seria y responsable.

-En cuanto a “mindfulness”:

“Atención plena”, es una estrategia de auto-cuidado que me permite revisar y regular mis propios niveles de frustración y de enojo (propios de la labor de cuido de personas adultas mayores con condición de demencia). Esto redunda en bienestar, no sólo para mí, sino para mami también.

Quisiera terminar este artículo, afirmando que la labor de cuido de una persona adulta mayor con condición de demencia, no es para nada, un jardín de rosas. Al contrario, es un proceso ciertamente difícil y desgastador, que puede literalmente “anular” al cuidador o a la cuidadora. Además, si esta experiencia de cuido se desarrolla en una situación de precariedad económica, es prácticamente imposible llenar las necesidades de todo tipo de la persona adulta mayor. Pero es también prácticamente imposible, que la cuidadora o el cuidador puedan implementar estrategias óptimas de autocuidado.

En mi caso personal, decidí hace bastante tiempo ya, que mi labor de cuido no es una “sentencia de vida”. Esta labor de cuido está enmarcada dentro de uno o varios capítulos de la historia de mi vida. ¿Qué significa esta afirmación?. Que no estoy viviendo una transición en mi vida, que no estoy esperando cruzar de una costa a otra, que no estoy en una situación de parálisis. ESTOY VIVIENDO!, así de sencillo. Y en esta vivencia, el rol de cuidadora de mami es probablemente el segundo más importante, después del rol de cuidadora de mí misma. 









☝🏻Lo que la condición de EA en mami, representa para mí.






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