Pocas veces he escrito mis “Entradas” a mi blog, en primera persona del singular. Usualmente lo hago en tercera persona, del singular, también. Sin embargo, debido a que se me ha venido haciendo una serie de consultas (directamente por teléfono, o por "mail"), en las últimas semanas, creo pertinente responder en primera persona.
Las consultas (ocho en total), me han sido hechas por profesionales, participantes en un programa de formación en Arteterapia (en Costa Rica), de nueve meses de duración, sobre el cual no conozco detalles, ni estoy involucrada en el mismo. De la misma forma, desconozco los nombres de esos profesionales.
Básicamente, se me ha consultado sobre la importancia de “lo vivencial” cuando uno está siendo formado profesionalmente en Arteterapia, y sobre “la interpretación”, tal y como la practican los profesionales en Psicología.
He aquí mi respuestas:
1.Sobre “lo experiencial” o vivencial en la formación profesional en Arteterapia:
Todo proceso de formación profesional en Arteterapia, debe desarrollarse sobre dos ejes, paralelos e integrados: el eje teórico, y el eje “experiencial” o vivencial. El eje teórico provee al participante con la información actual e histórica, que sustenta a la Arteterapia; que le da el rango de profesión dentro del campo de la salud mental. Para mayor claridad y detalle, sugiero al lector, revisar el Programa de Maestría en Arteterapia de New York University (“NYU”), el cual sigue siendo considerado el mejor programa de maestría en Arteterapia, en el mundo.
El eje “experiencial” es el que le provee al participante con la vivencia en carne propia, de un proceso arteterapéutico, sea este individual y/o grupal. El eje “experiencial” es el que transforma a ese participante. Produce una transformación creativa, constructiva, productiva, sostenida, en tres áreas básicas y trascendentales a su vez:
La de cómo piensa
La de cómo siente
La de cómo actúa o se conduce, o comporta.
Sin este proceso de transformación profundo, vivido en persona (con el dolor y el gozo que toda transformación positiva, conlleva), “experienciado” (si el término es válido en idioma Español), no hay formación en Arteterapia que sea válida. ¡No es posible considerarse capaz de acompañar a otros, en su proceso de crecimiento emocional a través de la Arteterapia, si no hemos vivido ese mismo proceso en nosotros mismos!
2.Sobre “la interpretación” en Arteterapia:
Los profesionales en Arteterapia, nunca insistimos demasiado en que Arteterapia e “interpretación” (tal y como se practica en la profesión de la Psicología), es una ecuación que es absolutamente excluyente en nuestra especialidad. En el momento preciso, en el que la/el terapeuta “interpreta”, allí dejó de hacer Arteterapia. Al “interpretar” está partiendo de su propia subjetividad (tan amplia y profunda como es; tan llena de luces, sombras y oscuridades). Al asignar “significados” al proceso creativo y al producto (trabajo de arte) de su cliente o usuario, está precisamente irrespetando “lo sagrado” de ese proceso creativo y ese producto: únicos, irrepetibles, inconfundibles.
La relación arteterapéutica es una relación totalmente horizontal: nadie es superior a nadie en el proceso arteterapéutico. Usuaria o cliente, y arteterapeuta, intentan “descifrar” el trabajo de arte que se ha dibujado, pintado, construido, modelado.
Para formarse en Arteterapia es necesario “deformarse”, “deconstruir” ciertas ideas y conceptos específicos. Pero esto sólo se aprende a través de una formación válida y validada, impartida por profesionales certificados en Arteterapia.
Gracias. Angela Bulgarelli
